La semana pasada nos llamó mucho la atención una noticia que hablaba de los peligros de Linkedin; en ella, se narraba que cada vez es más frecuente encontrarse con perfiles falsos que se hacen pasar por reclutadores de alto nivel y nos solicitan datos como DNI, número de tarjeta de crédito, teléfono móvil, etc. Su intención no es la de ofrecernos un puesto de trabajo, como nos hacen creer, sino robarnos o suplantar nuestra identidad.
En otras ocasiones, estos falsos perfiles nos instan a pinchar en un enlace que nos llevará a una web de malware, con el objetivo de robar datos personales de nuestro ordenador.
¿Sensacionalismo o realidad?
La impresión que nos dan este tipo de noticias es que se buscan los grandes titulares que lleven al clic fácil de los lectores, aún a costa de hacer parecer un problema mucho mayor de lo que realmente es.
Afirmaciones como que Linkedin no es «un buen sitio para personas en paro que buscan trabajo, sino para empleados de nivel alto que quieren cambiar de empresa» nos llevan a pensar que el periodista que ha escrito el artículo no tiene un conocimiento profundo de cómo funcionan los procesos de selección actuales. Si bien puede que las ofertas de empleo que se publican en Linkedin reclamen un perfil medio-alto —y aún así, nos gustaría poder contar con un estudio fiable que lo corroborara—, es indudable que el 99% de los reclutadores van a consultar el perfil de Linkedin y las redes sociales del candidato antes de decidir si pasa o no a la siguiente fase de la selección.
No negamos que exista el fraude en Linkedin, pero como ha existido en los anuncios de prensa —reclamos que nos instaban a llamar a un teléfono de tarificación especial— o podemos encontrar a lo largo y ancho de internet, y no exclusivamente en los anuncios de empleo.
Por tanto, no queremos que cunda el pánico entre nuestros lectores ante este tipo de noticias, pero sí que debemos tomar ciertas precauciones generales, por si tenemos la mala suerte de cruzarnos con un perfil fraudulento.
¿Cómo protegernos de los reclutadores farsantes?
En primer lugar, cuidado con la información que facilitas. Tus datos personales no deben estar visibles en Linkedin, pero tampoco en otros lugares, como tu currículum —tanto en papel como en PDF—. Diariamente vemos muchos CV en los que aparece el DNI, el número de la Seguridad Social, la dirección completa, el número de hijos, el estado civil… Y estamos seguros de que hay gente que envía ese currículum a diestro y siniestro.
Todos estos datos no son necesarios para el proceso de selección (únicamente si se llega a dar la contratación, en ese caso sí que hay que facilitarlos). Tenemos que ser más conscientes de los datos que enviamos a desconocidos y lo que podría ocurrir si cayeran en malas manos.
Por otra parte, si un reclutador en Linkedin contacta con nosotros, no nos solicitará información personal no relevante de entrada, sino que lo más normal es que nos hable de las características del puesto o nos pregunte por nuestros conocimientos y experiencias laborales anteriores.
Si tienes dudas, investiga en internet y busca información sobre el reclutador y la empresa contratante. Plantéale todas las preguntas que estimes necesarias y, si es un profesional de verdad, no tendrá ningún problema en contestarlas; si evita responder o divaga sin decir nada concreto… empieza a sospechar.
En resumen
Hay varias cosas que deben quedarnos muy claras: no debemos ofrecer voluntariamente nuestros datos personales ni aquellos que no sean imprescindibles para el proceso de selección.
Debemos sospechar de solicitudes extrañas de información confidencial y, al menos, investigar en internet a esa persona. Si creemos que estamos ante un fraude, denuncia a la red social e incluso al grupo de delitos informáticos de la policía.
Y lo más importante es que conozcas bien el funcionamiento de las redes sociales y protejas tu información personal. Tú mismo eres quien mejor se puede defender de las intrusiones y los farsantes que pululan por las redes sociales, haciéndonos perder el tiempo y robando nuestros sueños.