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¿Hay vida después de un ERE?

Pues, claro que sí. Nunca ha dejado de haber vida. Un ERE es un punto de inflexión en tu vida profesional; el fin de una etapa profesional y el comienzo de mucho más.

El ERE no te define ni etiqueta como profesional; es fruto de una decisión externa tomada en base a quién sabe qué parámetros, intereses o valores de empresa. Eso,  ya no es asunto tuyo.

Focalízate en ti, alimenta tu presente y gestiona tu perfil profesional; aprovecha para replantearte  objetivos, formarte y reciclarte.

Los Expedientes de regulación de empleo han pasado de ser una situación extraordinaria a estar presentes en el día a día de la vida profesional y empresarial de cualquier sociedad.  Estar o pasar por un ERE empieza a convertirse en un “clásico” para muchos trabajadores. Hoy, todo el mundo sabe lo que es un ERE.

Cuando una empresa hace una reestructuración de plantilla suele contratar el servicio de Outplacement a una consultora externa que se encarga de ayudar al trabajador en su nuevo proceso profesional; ofrecen información actualizada sobre el mercado laboral así como consejos y asesoramiento de cómo sacar partido a su perfil profesional. Un recurso a tener en cuenta si queremos lo mejor para nuestro futuro profesional.

Un trabajador en un proceso de extensión de empleo o que ha pasado por él  es un recurso que puede generar mucho valor añadido a otras empresas (del mismo u otro sector) entre otros factores porque sigue activo y cuenta con experiencias y conocimientos actuales sobre una determinada actividad. Hablamos de conocimientos formales como operativa diaria, informes, datos, programas informáticos, etc. y conocimientos informales vinculados a clientes, protocolos de actuación, posibilidades de expansión, etc. Hay muchas empresas deseosas de contar con este tipo de candidatos.

Un ERE puede ser una oportunidad  y para que eso se produzca el trabajador, más que nunca, ha de mantenerse  positivo y proactivo. Ha de ser más práctico que visceral y pasar página.

Es importante centrarse en construir nuevas alternativas laborales a través de contactos, actualización del currículum, visualizar la nueva situación laboral en redes sociales y difundir todo su potencial laboral.

También es importante asumir y dar respuesta a las posibles debilidades o necesidades de mejora para ser más competitivo; formarse, construir un currículum atractivo, generar contactos, aprender a desenvolverse en entrevistas de trabajo, etc.

Así como recurrimos a una gestoría o asesoría para tramitar determinadas gestiones como la declaración de la renta, impuestos, etc. puede resultarte de interés consultar con asesores especialistas en la búsqueda de empleo. Ellos te asesorarán y también te darán impulso personal en el proceso.

Ideas que te pueden ayudar y orientar:

  • Pasa página y céntrate en lo que verdaderamente importa. El ERE corresponde a la empresa y no a ti ni personal ni profesionalmente.
  • Plantéate objetivos profesionales: sectores, funciones, etc.
  • Ponte al día e infórmate sobre lo que demanda el mercado de trabajo en general y en el sector o sectores que te interesan en particular.
  • Sé honesto contigo mismo y reconoce fortalezas para potenciar y debilidades para eliminar o mitigar. Estudia tu currículum, habilidades personales y profesionales, proyección en las redes sociales, etc.

También puede haber formaciones, talleres o dinámicas que pueden mejorar y ampliar tu perfil y por tanto, tus posibilidades.

  • Busca a quién puede ofrecerte los recursos que no tienes o quieres mejorar.

Si tu empresa te ofrece un servicio de Outplacement, no lo dudes, aprovecha todos los recursos que te puedan aportar y “empápate” de nuevas perspectivas y posibilidades laborales. No todos los trabajadores pueden acceder a un servicio tan especializado y resolutivo.

En próximos post, expondremos los servicios y oportunidades que te puede generar el outplacement. Te puede interesar.

Ya lo ves, un ERE no es el fin, sino el comienzo de otro presente que puedes construir desde el mismo momento en que te lo propongas y cuyos cimientos están integrados por recursos personales, profesionales y herramientas online.