¿Recuerdas?
“Caminante, son tus huellas
Proverbios y cantares (XXIX)
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar”.
En algún momento de nuestra niñez y adolescencia lo leímos y/o escuchamos. Antonio Machado sabía muy bien de lo que hablaba cuando revindicaba el camino como el presente. El autor, quizás sin saberlo, a día de hoy puede inspirar el camino de quienes quieren conseguir un objetivo en su vida. Y lo hace, especialmente, recordando que no hemos de obsesionarnos con el pasado ni el futuro; es el presente, el ahora, lo más importante.
Encontrar empleo es un objetivo para muchas, muchísimas personas. Caminos hacia el objetivo hay muchos; rutas no tantas.
Una ruta es un camino concreto, personalizado, eficiente y efectivo que nos lleva al destino deseado. Esa ruta no es producto de la nada; es el fruto de la experiencia y del saber hacer. Es el aprendizaje de quien ya transitó por él en varias ocasiones, sólo o acompañadx. De ahí su valor y efectividad.
Y, como dice Machado, se puede mirar al pasado y al futuro pero sin obsesionarse. Sólo como meros recursos informativos. ¿Para qué mirar al pasado? Para aprender de las experiencias pero no contagiarnos de la nostalgia. ¿Para qué mirar al futuro? Para ser proactivos y dar respuesta a las necesidades y cambios.
Con respecto al empleo son muchas las diferencias entre un pasado no tan lejano y un presente-futuro retador. Las cosas han cambiado; el baile es diferente. Quien quiera seguir la ruta más acertada, ¿Qué ha de hacer?
1.- Crear una ruta, un itinerario personalizado que le lleve a dónde quiere llegar.
Siempre está la posibilidad de que cada persona cree su propia ruta hacia el empleo. Por supuesto, quien lo haga ha de ser consciente de que ello requiere mucho tiempo y recursos. Además, hay un aspecto que se le puede escapar; la experiencia de quien sabe hacerlo, conocimientos del mercado, etc. Sin esto, perdemos efectividad; quizás otras personas en la misma situación nos adelanten en la ruta hacia el empleo. Una buena alternativa puede ser plantearse el acompañamiento de un profesional en ese proceso.
2.-Tomar conciencia de lo que era y ya NO es.
No es ninguna novedad escuchar que las “cosas” en el mundo laboral han cambiado y mucho. Aunque no sea novedad, tampoco es una obviedad para quienes no saben en qué han cambiado. Por ello, a lo largo de los siguientes meses iremos compartiendo aspectos concretos en el que ha cambiado el mundo laboral. Cambios que no son posibilidades sino reales; no son temporales sino estables. De ahí la importancia de tenerlos en cuenta.
En este post partimos de la primera idea clave en relación al era y ya NO es.
Era: “Un empleado con un horario determinado”
Es: “Un empleado con un horario indeterminado ó sin horario”
Variables tecnológicas, de necesidades de mercado e incluso personales hacen que en muchos empleos el horario no exista como un baremo fijo y determinado sino como una disponibilidad más flexible que antes.
Lejos de hacer valoraciones al respecto es interesante identificar la potencialidad de este cambio. Quizás estés pensando en que eso limita su tiempo de descanso o disfrute familiar pero esta posibilidad también abarca la idea de que, por ejemplo, seas tú quien eliges cuándo haces un trabajo, informe, etc.
Mirar lo que es con menos nostalgia y más proactividad nos va a ayudar.
Marca tu mejor ruta. Déjate asesorar. #RutaHaciaElEmpleo